De Micaela Garay (6º año)
Había una vez unos hermanos llamados Sofía y Matías Que tenían un sueño, ese sueño era tener una casa grande como un castillo, pero no tenían suficiente dinero.
Entonces decidieron poner un restaurante para que la gente pueda desayunar, y ellos obtener dinero para poder cumplir su sueño.
Estuvieron 10 años trabajando. Cuando ellos tenían 30 y33 años se pudieron comprar la casa como ellos querían, era una casa hermosa y linda. La gente se sorprendió por el esfuerzo que habían hecho para conseguir una casa como esa, las personas les ayudaron a colaborar con la decoración del hogar, contaban con un amigo que tenía un hijo llamado Nicolás, que le gustaba la casa.
El padre de Nicolás era muy amigo de Matías y Sofía, entonces ellos decidieron poner la casa a nombre de Nicolás para cuando el creciera pueda formar su familia ahí. Sofía y Matías se hicieron ancianos y decidieron irse, sin antes haber dicho que esa casa tenía un portal del tiempo.
Cuando Nicolás formó su familia, acomodó la casa, entró a la pieza de sus hijos y encontró una puerta que lo guió hasta el portal, enseguida llamó a su mujer y a sus hijos, y entraron al portal. Aparecieron en un lugar extraño que era un pueblo chico y pobre donde no vivía casi nadie excepto en una casa que ellos habían visto y les parecía conocida, vivía una familia, la cual no cuidaban la casa y la maltrataban, rallaban las paredes, rompían los vidrios, etc. y les llamó la atención.
Se quisieron ir y no encontraban el portal, de repente apareció una señora que los levó a su casa a tomar algo, era muy bonita, agradable y simpática como sus hijos.
Le preguntaron a la señora si conocía el lugar de regreso a su casa y la señora le preguntó donde vivían y ellos les dijeron en el pasado, en esa casa hay un portal para que nosotros podamos regresar (LE SEÑALA LA CASA), pero no nos animamos a entrar porque esas personas nos dan mucho miedo.
Nicolás le preguntó a la señora como se llamaba ella, y ella le respondió que se llamaba Carolina y que les iba a ayudar a regresar a su casa lo más pronto posible.
En la ciudad donde vivía Nicolás y su familia la gente estaba muy preocupada porque hacía más o menos tres días que nadie salía de su casa y los vecinos sospechaban porque no los veían por ningún lado.
Nicolás y su familia en ese pueblo se sentían asustados, incómodos y no confiaban mucho en esas personas porque se la pasaban discutiendo entre ellos y no se podían acomodar.
Pasó casi una semana y todavía no se habían ido de ahí, entonces decidieron ir hasta allá y preguntarles si podían pasar al baño y esas personas les dijeron que sí, eran casi más amables que la otra familia, entonces pasaron al baño y después fueron hasta la habitación para regresar a su pueblo y explicarles a las personas lo que les había pasado y porque no estaban, y que, Matías y Sofía no les habían dicho que en esa casa había un portal y que tenían que tener cuidado con sus hijos.
Al fin llegaron al pueblo y todos los recibieron con mucho cariño y amor. Entonces tiraron ese castillo y armaron otro sin ese portal que los llevara hacia el futuro y a nadie le pasara lo que le pasó a ellos. Además se sintieron muy mal al destruir ese castillo al que habían hecho con mucho cariño y esfuerzo.
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