Después de leer algunos de los clásicos los chicos de 6º escribieron historias mezclando personajes y situaciones. Estas son algunas de las producciones
Cuento Disparatado
Era una tarde de niebla cuando yo, el conde Drácula, casi me muero, pero ojo eh, no lo tomen a mal, casi me muero de un infarto. La historia que les voy a contar es cuando Jonathan, mi prisionero, me dijo que tenía hambre. Así que salí al mercado, y cuando estaba por cruzar la calle me topé con los Otis que iban camino para mi castillo. Lo primero que pensé fue: éstos se equivocaron de mansión y de libro. Así que les hice seña con mi dedo largo como para que me llevaran al mercado.
En el camino nos cruzamos con un caballo, y vaya la sorpresa que nos pegamos, su jinete era Lopaka, amigo de Keawe, que llevaba una canasta, una linterna y una botella de color lechoso con todos destellos de colores.
En el camino, yendo al mercado me dormí una larga y linda siesta pero dentro de todo no fue tan larga y linda, porque los pequeños traviesos de los Otis me despertaron tironeándome la capa. Pero como eso no me gustó les mostré mis grandes colmillos y con el susto que se pegaron no me volvieron a molestar en todo el viaje.
Al volver, el semáforo estaba en rojo entonces vimos como un niño estaba pidiendo limosna en la calle, nos acercamos para preguntarle cómo se llamaba y nos dijo:-Eduardo.
Me dio mucha pena y obligué a los Otis que le entregaran mil pesos, entonces el niño feliz se fue corriendo a su casa de chapa.
Al volver, Jonathan me esperaba sentado en la mesa, cansado de esperar, y con un hambre como para morirse.
Loana González
La maldición de Drácula
En Hawai vivía el Tigre de la Malasia , un día de mucho frío y lluvia llegó Keawe, su hermano. Le dice que había encontrado una botella del diablo de color lechosa que cumplía cualquier deseo.
El Tigre le preguntó donde estaba esa botella.
Su hermano le dice que estaba en el castillo del Conde Drácula.
El Tigre y su hermano fueron y tocaron la puerta. La puerta se abrió y encontraron una carta manchada de sangre, la leyeron y decía que Drácula iba a matar a Cristina Dae.
Keawe y el Tigre se apuraron para ir a la ópera de Cristina pero se equivocaron, entraron a una casa en la que un hombre estaba bebiendo una poción y desapareció, pero se escuchó una voz.
-¡Salgan de aquí, esta es mi casa!- dijo la voz
Esa voz era del hombre. ¡Se había hecho invisible!
Salieron muy rápido pero en la calle venía un hombre con un cadáver, era Drácula con Cristina Dae. Drácula los vio y los mató.
Martín Stoessel
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