viernes, 7 de octubre de 2011

Historias de seres extraños

Después de leer la historia del Minotauro, los chicos de Segundo en el taller de escritura inventaron historias en las que el personaje era mitad animal y mitad humano.


Micaposa y la reina
 Había una vez una Micaposa que era mitad niña y mitad mariposa. Ella vivía en un bosque lleno de árboles y flores hermosas. Un día Micaposa fue al bosque a pasear, caminó tanto que sin darse cuenta se medió en un laberinto y se perdió.
Allí adentro se encontró con una niña.
-¿Cómo te llamas? Preguntó Micaposa
-Me llamo Valentina
Valentina le contó a Micaposa que hacía varios días que estaba perdida en el laberinto y que además era la reina del pueblo.
Entonces Micaposa gritó:
-Eureka!!, ya sé como vamos a salir de aquí; con mis alas puedo volar y ver el camino.
Los dos se abrazaron de alegría y fueron amigos para siempre.
Micaela

La aventura de Muriora
En una cueva colgada de las piedras vivía Muriora, que era una vampiro con cola de serpiente. Muriora estaba muy sola sin compañeros, porque afuera todos tenía miedo de que les chupara la sangre, pero Muriora no era así. Un día llegaron siete ladrones y atraparon a los animales, Muriora  se enteró de todo y fue a salvarlos. Desde ese momento todos los animalitos del bosque son amigos de Muriera.
Marcos


La sirenita buena
Había una vez una sirenita que vivía en el agua. Allí abajo del agua en lo más profundo del mar era muy buena. Un día se reunieron todos juntos los que vivían abajo del mar. Y el rey dijo: -a partir de hoy, tengan cuidado porque todos los humanos pusieron unos tiburones.
Y vinieron justo en ese instante. Las sirenitas y los sirenos se asustaron y nadaron. Pero nadie sabía que hacer y la sirenita dijo:
-¡Eureka!
 Así hizo una trampa y los atrapó.
Dijo: -¡sí, los atrapé!
Y así los tiburones no pudieron atrapar ni molestar a las sirenas ni a las sirenas. Pasaron tantos días y noches que jamás volvieron a venir más tiburones y así todos vivieron felices para siempre.
Ludmila


Leonman

Hace mucho tiempo había un monstruo que se llamaba Leonman, que salvaba gente. Era uno de los buenos. Se volvió hombre, la gente vio un monstruo entonces él se convirtió en Leonman y le tiró con un rayo láser, después un tanque, después un cañón y después un camión de guerra y con su amigo le tiraron una bomba. Después con los rayos láser lo vencieron, le hicieron muchos agujeros.
Gerónimo D.


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