Había una vez una iguana que nació en una isla en donde había un indio llamado Ivo que hablaba idioma inglés de Inglaterra.
Un día llegó un indígena con dos niñas en un platillo recién pintado de color índigo. Las niñas se llamaban Inés e Ivana. El indio y las dos niñas se hicieron amigos entonces se prestaban la iguana y la acariciaban mucho. Un día la iguana se cansó de que la manoseen tanto y se le ocurrió una terrible idea. Inventó una máquina que hiciera que no la pudieran acariciar. Busco un lápiz y una hoja. Ahí mismo hizo los planos. Al ratito dijo -a hacer la máquina!!
Al otro día nadie de los cuatro podía hacerle caricias. Dijo: -¡Aj!, ¡aj!, ¡aj! nadie me puede hacer caricias.
Pero se le rompió la máquina y... se jodió la iguana.
Dijo: –Bueno, me la aguanto.
Marcos Walter
1º año
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