lunes, 29 de noviembre de 2010

Cuentos con O

El Ovni
Había una vez un ovni que vivía en una casa abandonada y era el ovni más malo del orbe. Y todos le tenían miedo porque tenía un rayo láser. Tenía mucha velocidad y atrapaba a toda la gente.
Después fue a Olavarría y asustó a otra gente,  le tiraba su láser y colorón colorado este cuento se ha terminado.
Ana Paz Bauser


El oso y el ogro contentos
Había una vez un oso que andaba con su amigo que era un ogro. El oso tenía once años y el ogro tenía ocho años.
Jugaban a la mancha todo el día  hasta de noche. Y se acostaban a dormir en su cama, juntos. Eran tan buenos hermanos que hasta de día el ogro iba a la escuela nº 8. El oso a la  media. Comían en la escuela, obleas. Estaban muy orgullosos porque pasaban a la bandera, llegaban de su escuela comían y se acostaban a dormir.
Gerónimo Detzel

El oso cariñoso
El oso es muy cariñoso, es de color oscuro, tiene mucho  olor. Hay una oveja que la odio, tiene mucho olor, un día se encontró con una osa y se hicieron amigos también hicieron una fogata. Hicieron once gusanitos. La osa era muy ordinaria tenía poca onda. Un día vio una ola. Colorín este cuento se fue a su fin.
Selene Krieger

jueves, 25 de noviembre de 2010

Cuento con I

La iguana con problemas

Había una vez una iguana que nació en una isla en donde había un indio llamado Ivo que hablaba idioma inglés de Inglaterra.
Un día llegó un indígena con dos niñas en un platillo recién pintado de color índigo. Las niñas se llamaban Inés e Ivana. El indio y las dos niñas se hicieron amigos entonces se prestaban la iguana y la acariciaban mucho. Un día la iguana se cansó de que la manoseen tanto y se le ocurrió una terrible idea. Inventó una máquina que hiciera que no la pudieran acariciar. Busco un lápiz y una hoja. Ahí mismo hizo los planos. Al ratito dijo -a hacer la máquina!!
Al otro día nadie de los cuatro podía hacerle caricias. Dijo: -¡Aj!, ¡aj!, ¡aj! nadie me puede hacer caricias.
Pero se le rompió la máquina y... se jodió la iguana.
Dijo: –Bueno, me la aguanto.
Marcos Walter
1º año

martes, 23 de noviembre de 2010

Cuento con B

BRISA, LA BRUJA BRILLOSA

Había una vez una bruja llamada Brisa, que brillaba y vivía en un bosque de Brasil. Tenía un bebé llamado Bombín, que usaba un babero blanco con un botón brilloso y andaba en una bicicleta bonita de color bordó.
Una mañana, Bombín encontró a Beethoven, que era el perro de un boliviano que lo andaba buscando, para llevarlo a Bolivia en un barco con una bandera boliviana.
Cuando lo encontró, lo metió en un bolso y se fue brincando. En el camino se tropezó y cayó bruscamente. La bruja Brisa se apareció y buscó su bastón, le pegó al boliviano y lo dejó bobo.
Después vino Beto, el novio barbudo de la bruja Brisa y trajo una caja de bombones. Brisa lo besó y se fueron en bote a buscar al bebé, para ir a beber una bebida en botella con una bombilla.
Mientras el bebé tocaba el bombo, Brisa y Beto brindaban sentados en un banco, tomados del brazo. Al otro día amanecieron todos brotados.
Bebín, bebón, botín… este cuento llegó a su fin.

Los mejores Chicos de 2º

viernes, 19 de noviembre de 2010

Cuento con A

 Aventura Alienígena
Había una abuela y un abuelo que se amaban mucho. Salieron a andar por América al amanecer en su auto amarillo. Fueron de aventura. Encontraron un alienígena alto, y ancho con alas de águila y cabezada araña. Los alienígenas aterrizaron sobre el auto y lo abollaron. La abuela Alicia se asustó y se desmayó. El abuelo Albertito la alzó, la abrazó y la acostó sobre un almohadón en asiento de atrás. En ese momento llegó su amigo Armando en un avión azul para ayudar a las abuelas trajo un balde lleno de agua y se lo arrojó en la cara. Al ver el agua los alienígenas que le tenían alergia escaparon.
Antes del anochecer la abuela Alicia y el abuelo Albertito muy alegres agradecieron a su amigo Armando y continuaron su viaje aventurero.
Los chiquis de Primero 2010

lunes, 15 de noviembre de 2010

Mensajes de las Familias de 1º para el Centenario de Espartillar

Que este nuevo cumpleaños, tan especial y esperado, sea una buena oportunidad para renovar las energías que nos permitan seguir creciendo en comunidad con compromiso, en libbertad y renovados SUEÑOS!!
Felices 100 años Pueblito querido
Familia Bauser

Espartillar, te deseamos muy feliz cumpleaños y que continúes creciendo, pero que no pierdas la tranquilidad que nos regalas día a día.
Familia Garay

Porque siempre estarán en mí, esos bueno momentos, te quiero mucho ESPARTILLAR...
Familia de Ludmila Walter

Que siga adelante como hasta ahora como hasta ahora... concretando sus sueños y proyectos... unidos entre todos como siempre.
Familia Suárez

Mi familia y yo le deseamos a Espartillar un feliz cumple. Sigamos construyendo entre todos un pueblo limpio, unido y con proyección de futuro.
Familia de Valentina López

Con trabajo y amor construímos un hermoso pueblo y hoy festejamos sus 100 años...
Feliz cumple Espartillar!!
Familiade Selene Krieger

 
Espartillar en estos 100 años has cambiado y progresado mucho pero seguís siendo nuestro pueblo lindo y tranquilo.
Familia de Ángel Walter

Espartillar tus 100 años, tu historia y tu presente, nos hacen ver que con ganas, unión y trabajo todo se puede lograr.
Familia de Marcos Walter


Espartillar es muy lindo ver a toda la gente  reunida para el festejo de tus 100 años... estas muy lindo y coqueto...
Camila Fernández

viernes, 5 de noviembre de 2010

¡¡¡Feliz cumple ESPARTILLAR!!

Espartillar
En tu tiempo no hay historia.
No hubo héroes ni batallas,
no hubo mártires ni bronces,
no hubo voces ni memorias.

En la frente sudorosa del labriego,
en la espalda inclinada del que estudia,
en la lucha, en el sosiego,
estás pueblo.

En los labios temblorosos del que ruega,
en los pasos presurosos del que te anda,
en el que da o se niega,
estás pueblo.

En tus puertas siempre abiertas como brazos
en tus calles que camino cada día,
en las manos que se unen como lazos,
estás pueblo.

En la franca sonrisa del amigo,
Y el saludo cordial cada mañana,
Y el tañir de la campana de la iglesia,
Estás pueblo.

En el corazón generoso que se ofrece,
en la paz que se respira en tu campiña,
en el trabajo sin desmayo de tu gente,
está tu historia, está tu tiempo,
tu pasado, tu futuro y tu presente.
Martín Rodríguez (1997)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Otro cuento de los Viajeros del tiempo

Ni el futuro lo hunde

Un día yo estaba en la casa de mi tía Magdalena.
Siempre voy los fines de semana, en las vacaciones de invierno y verano. Cuando entré a su garaje vi en una caja  grande, entre todas las cajas que mi tía colecciona una antena larga que sobresalía de la caja, era una silla con muchos botones y aparatos. Yo en el momento tuve la idea de pensar que era una de todas las cosas que mi tía colecciona. Me emocioné y me quise sentar ya, cuando de repente vino mi pesado primo Alex.
-¿Qué haces?- me dijo
-Nada- le dije
-Pero estas  son las cosas de la tía, yo le voy a decir que se las agarraste.
-No, no, no, para, no le digas nada te voy a dejar usarla, si me prometes que no le vas a decir nada, ¿eh?
-¿Prometido?
-Bueno, bueno esta bien pero la uso yo primero.
-Sí, dale
Yo me hice la disimulada, me fui a la cocina a tomar un vaso de jugo y dejé a mi primo solo con la silla.
Mi primo se subió a la silla y vio un botón rojo que decía: “VIAJE EN EL PASADO”
A Alex le parecía un  poco extraño y tonto lo que decía aquella frase; corrió rápidamente hacia mí a decirme lo que leyó, yo fui a ver lo que pasaba; Alex se tropezó con algo y me empujó hacia la silla y sin querer apreté el botón rojo. Se hizo una luz blanca como si hubiera caído un relámpago, y Alex desapareció de mi vista, yo aparecí en un barco muy lujoso y lleno de gente rica, y ahí es cuando me di cuenta de que estaba en el “Titanic”.
Alex se asustó y decidió llamarme por el celu yo gracias a Dios lo tenía en el bolsillo; lo agarré y atendí desesperada, le dije:
-Alex, Alex, ayúdame, ayúdame a salir de aquí.
-Para nena no se ni donde estás cómo querés que te ayude
-Bueno no te precisás enojar así.
En ese momento se me ocurrió que se sentara en la silla y apreté el botón rojo.
Cerré el celular y en un instante apareció al lado mío.
Tres semanas después:
En una de esas tardes donde el aire cortaba del frío y el océano era un espejo de hielo; el Capitán y sus vigilantes divisaron un iceberg enorme ante ellos; demasiado tarde…
El viaje en el Titanic resultó ser toda una ilusión, Alex y yo volvimos a la realidad encontrándonos sentados en las mismas sillas en la casa de la tía. Sin embargo Alex descubrió que el botón rojo sí existía…
 Loana González y Alex Gallinger